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Imágenes de una
Corporación



Casa Cuartel de las Virtudes Cardinales en la década de los 60
Casa Cuartel de la Corporación Bíblica Las Virtudes Cardinales, ubicada en la calle Adriana Morales. Fotografía tomada durante la década de los 60.

Imágenes de una corporación (I parte)

De nuevo nos encontramos sumergidos en una atmósfera lúdica y festiva, cargada de sentimientos, de hermandad y de aromas que nos rodean durante este nuevo periodo de cuaresma, se vuelven activar los resortes culturales de esta centenaria corporación, como es las Virtudes Cardinales y Sibila de Cumas. Como si de un ritual se tratara retornan los mismos actos cuaresmales, llenos de ilusión, se suceden las mismas y esperadas noches de romanos, cargadas de nuevas vivencias, y Amalthea se vuelve a editar, llegando a nuestras manos esta nueva revista, con distintos contenidos que desvelan nuestras inquietudes.

Todo este conjunto de acontecimientos reaparece en la trayectoria de nuestra orbita cultural, para desembocar en una nueva Semana Santa, que volverá a ofrecernos los momentos más grandes y deseados en convivencia y hermandad, para seguir alimentando nuestra historia, escribiendo un nuevo capítulo, sin olvidar nuestro pasado, nuestras tradiciones y nuestros antecesores.


Por tanto este año he querido aportar a la corporación mi pequeño granito de arena, a través de un par de imágenes ya históricas en este grupo, y que por supuesto están a vuestra disposición en internet, en la siguiente dirección web: www.puente-genil.es

La primera corresponde al mismísimo cuartel de las Virtudes Cardinales, se trata de una estupenda y peculiar fotografía, en la que se manifiesta perfectamente la imagen y la sencillez de un cuartel de Semana Santa, donde no falta detalle. Muestra en un lugar destacado el cuadro de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la Vieja Cuaresmera, que es la misma que actualmente se conserva, además aparecen distintos cuadros con fotografías de la corporación dispersos por las paredes y hasta la cocinera sale de refilón, incluso refleja un ambiente de hermandad al ver al nutrido conjunto de hermanos unidos a pesar de la diferencia de edad entre ellos.

La fotografía es propiedad de Miguel Serrano (tercero sentado por la izquierda), antiguo hermano de las Virtudes Cardinales durante tres largas décadas. Fue tomada en la Casa Cuartel ubicada en la Calle Adriana Morales, la cual estuvo arrendada desde el año 1963 a Rafael Reina, propietario de la antigua ferretería la llave en la Calle Aguilar.

La segunda fotografía llego a mis manos por casualidad, a través de un familiar cercano el cual la conserva porque su padre se encuentra en el centro de la misma.

Desgraciadamente este hombre falleció a temprana edad y su hijo siempre se preguntó porque estaba en la fotografía, ya que él no vivía muy de cerca la Semana Santa. Sí por qué no decirlo, no todo el mundo tiene que estar enamorado de nuestra mananta, lo cual no quita que sea la fiesta mayor de nuestra ciudad y esté declarada de interés turístico nacional desde el año 1979.

Precisamente y gracias a esas personas que estuvieron en desacuerdo con nuestra fiesta, se nos ha reconocido la antigüedad y continuidad de nuestros desfiles a lo largo de los siglos, como lo demuestran los escritos del obispo de córdoba en referencia a nuestras figuras, y que precisamente la de los Evangelistas cumplen este año su 350 aniversario.

Volviendo a la fotografía y al enigma que mostraba, me dispuse a investigarla, hablar con la gente y hacer algunas preguntas, con lo que concluí lo siguiente:

Virtudes Cardinales junto a familiares y amigos, en el domingo de Resurrección del 26 de marzo de 1.967, ubicados delante de la Iglesia de San José.
Virtudes Cardinales junto a familiares y amigos, en el domingo de Resurrección del 26 de marzo de 1.967, ubicados delante de la Iglesia de San José.

La fotografía recoge el momento de un domingo de Resurrección del 26 de marzo del año 1967, donde un grupo de hermanos son fotografiados junto a familiares y amigos, momentos después de desfilar en el recorrido de gloria. Se encuentran ubicados delante del antiguo banco de madera pintado en verde, y que se encontraba frente a la entrada principal de nuestra parroquia de San José.

De arriba abajo y de izquierda a derecha, el primero fue Francisco Molinero Jurado, trabajo tomando las lecturas de los contadores de agua para el ilustre ayuntamiento de la localidad, y vestía la virtud fortaleza, le sigue Ramón Aragón, hermano fundador de la corporación del Reinado de Esther, y de profesión fue electricista, continuamos con la señora vestida de blanco, que se llama Lucia Moncada Orihuela y es la esposa de Ramón (actualmente ama de casa en la calle el Cristo), después se encuentra Catalina, cuñada de Lucia, le sigue Dolores Orihuela madre de Lucía y en el último lugar de arriba, se encuentra Floreal Moncada Orihuela, aunque le llamaban Rafael, fue hijo de Dolores y hermano de Lucía, de oficio zapatero y tuvo que emigrar a Barcelona y Alemania, para después volver, además pertenecía a la corporación que imprime y vestía la virtud de la prudencia.

Abajo comenzamos con Miguel Serrano, también hermano de las Virtudes Cardinales y viste la mística Sibila de Cumas, tuvo muchos trabajos entre ellos fue cosario cubriendo la ruta de Puente-Genil y Moriles en bicicleta, actualmente se encuentra jubilado. Sigue Antonio Cañete Fernández que vestía túnica de rebateo, trabajo en la colmena y creo que solo perteneció a la corporación el mismo año de la fotografía. Por último nos encontramos con Francisco Tabares, fue músico tocando el saxofón y perteneció a la Banda Municipal de Música, luego estuvo viajando por Europa mientras trabajaba en un circo y más tarde también trabajo en el mismo ayuntamiento, al mismo tiempo también era hermano de la corporación que nos ocupa, por lo que viste la alegoría de la templanza.

Así mismo la fotografía muestra también otro retrato. Si nos fijamos bien en los pequeños detalles, nos daremos cuenta de cómo se vivía la fiesta por entonces, tendremos que fijarnos en las vestimentas, en el público del fondo y en los balcones abiertos, todo el conjunto refleja que en la primavera del 67 se volvió a revivir nuestra participativa Semana Santa, con hermanos activos, con vecinos que acuden para alumbrar, acompañar o simplemente para mirar y disfrutar con los sentidos el secreto de nuestra mananta, que se traduce a la convivencia como hermanos, donde todos interactuamos, ya seamos gente sencilla y trabajadora, gerentes, directivos o políticos, todos con la misma idea, la de sentir y vivir nuestra mananta pontana.