, un pueblo con mucha historia
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Durante las noches de verano en la Villa de Fuente Álamo, se da a conocer el valioso patrimonio que alberga. Contando los fines de semana con importantes compañías que recrean la vida cotidiana que tuvo lugar por estos lares, en el siglo IV d. C. y siempre amenizado por un museístico mercado romano.
Formado por un colectivo de artistas, que cuentan con el apoyo del Ayuntamiento de Puente-Genil y con la participación de numerosos jóvenes de la localidad, unidos todos con el mismo fin, promover y promocionar el yacimiento romano de Fuente Álamo, recrean la época romana con pulcritud histórica, desde las ropas usadas a la interpretación de costumbres y modos de vida.
Resultó increíble pasear por los senderos de la Villa Romana y encontrarte con elegantes cortesanas que animadas conversaban, caminado entre aromas de romero y frescas hiervas aromáticas. De repente y al girar tras un centenario olivo se dejaba ver un campamento romano, con estandartes, escudos y armas, que brillan al recibir el sol del atardecer, y unos rudos romanos blindados hasta las cejas mostraban sus armaduras, cascos y máquinas de guerra. Muy simpáticos nos explicaron algunos intríngulis de su historia, además de presentarse como la Legio I Vernacula, una asociación museográfica de Gilena y que recrean con exactitud histórica, al ejército romano.
Un romano se dispone para partir, mientras escucha los consejos de una influyente mujer...
Trajes romanos realizados con riguroso detalle histórico, pertenecientes a Legio I Vernacula, asociación museográfica de Gilena.
Más tarde los mosaicos de la villa volvieron a resplandecer bajo los pies de sus moradores, con un largo cortejo nupcial, donde el dominus y domina o señores de la villa, ofrecen su casa a un viejo amigo de oriente para que contraiga matrimonio. Escoltado el séquito por los soldados de Legio VII Gemina V Cohors Baetica de Malaca (Otra magnífica asociación venida de Málaga para la ocasión), Abrían el cortejo nupcial, les seguían los señores de la villa y aristócratas como acompañantes, que lucían vestidos inspirados en el mosaico de la emperatriz Teodora, de San Vital en Rávena (Italia). Seguidamente los novios desfilaban con ropas sacadas de los mosaicos de la villa romana de Noheda (Cuenca) y del mosaico del juicio de parís, de vecina localidad de Casariche. Donde llama la atención el gorro frigio que porta el novio y que representa a los habitantes de oriente.
Detalle de la domina (Señora de la villa) asistiendo a la ceremonia de la boda romana, que tiene lugar en su residensia, casa palacio.
Momento en el que colocan las coronas de flores sobre los novios. Personajes de la boda romana pertenecientes al grupo Ibidem de Puente-Genil.
Y que sorpresa la mía cuando al pasear por las numerosas dependencias de la villa, encontré al final del pasillo al amor profano de roma. La bella señorita que se llamaba Aspasia y efectivamente presumía de la profesión más antigua del mundo. Vestida de color rojo y purpura, nos expuso todas las curiosidades de la prostitución en Roma, los pros y contra que tenían las mujeres como ella. Eran las únicas que poseían voz y voto, además de poder influir en decisiones políticas, incluso algunas llegaron amasar grandes fortunas…
Al caer la noche un numeroso grupo de visitantes, atendían con interés la visita guiada por manos de la domina y su sirvienta (Chicas de Ibidem), la cual habíamos escuchado por la tarde, además de haber visto una atractiva proyección sobre el yacimiento de Fuente Álamo. Por tanto decidimos descansar después de cuatros horas de recorrido, sentándonos en un termopolio (bar romano), con vino de la tierra y tapas realizadas con recetas de la época, que por cierto, tenían un agradable paladar.
En definitiva la representación de la vida cotidiana en Fuente Álamo en época tardo-romana, se ha llevado a cabo de una manera viva y atractiva, donde se ha cuidado al detalle los símbolos, trajes, joyas, campamentos, armas, comida, etc., recreado al máximo dicho periodo, como lo podríamos encontrar si viajásemos al siglo IV d.C.. Todo un acierto para darlo a conocer a todos los públicos, incluso a los profanos en la materia.
Visita en la Villa guiada a través de la presente aristócrata, que nos explica los usos y costumbres de los habitantes de la casa.
Aspasia la prostituta, resultaba ser una influyente mujer en la sociedad romana. Nos deleito con sus costumbres y modo de vida.
Legionario romano albino con un interesante y atractivo casco alado, muestra una misteriosa y penetrante mirada.
Vida cotidiana de un lejionario romano conversando con otro romano, junto a la atenta mirada de su hijo.
Romano con detalle del casco con cola de caballo y ala ancha, para protegerlo de los golpes en la nuca.
Centurión romano, muestra sus numerosas condecoraciones y su visible casco, para que la tropa no lo perdiera de vista, ya que iva el primero en los desplazamientos de los ejércitos romanos.
Coraza de malla metálica y remachada, típica de los legionarios.
Nos mantuvo atentos en sus interesantes explicaciones sobre el Imperio Romano.
Cocinero con mesa de cocina, donde muestran los alimentos que consumían en los campamentos (lentejas, tocino, queso, etc.). Al fondo y a la derecha una ballesta en uso que alcanza 250 m.
Campamento romano, donde se muestran las armas de defensa y arrojo, como son los escudos y lanza respectivamente, dejados caer sobre la tienda de campaña.
Detalle de novia, donde podemos ver que ya usaban velo en el siglo IV d.C..
Escolta de soldados de Legio VII Gemina V Cohors Baetica de Malaca. Otra magnífica asociación que participo en Fuente Álamo.
El dominus y domina (Sres. de la villa de Fuente Álamo) pasean y conversan en un momento de la boda. También pertenecen al grupo Ibidem.
Desfile de del cortejo, donde se muestra el detalle del gorro frigio del novio y el sequito que los arropa.
La aristocracia romana asentada en Fuente Álamo. La domina a la izquierda se muestra acompañada de su sirvienta, en este caso la matrona o madre.
Cae la noche sobre el campamento romano, establecido en las inmediaciones de Fuente Álamo, todo un espectáculo digno de ver en Puente-Genil.
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